Aliméntese bien

Buena parte del secreto de la prevención y cura de enfermedades se encuentra en una buena alimentación. La ingestión equilibrada y diversificada de alimentos ricos en nutrientes, provee al organismo un funcionamiento saludable.

Pirámide de los alimentos

 

La pirámide Alimenticia es un instrumento utilizado para la orientación de una dieta sana. Cada parte de la pirámide representa un grupo de alimentos y su número de porciones recomendadas diariamente. El orden de prioridad de los grupos va de la base a la cima, indicando que cuanto más cerca de la base los alimentos estén, deben ser ingeridos en mayor cantidad. Sin embargo, es importante incluir diariamente todos los grupos  en la dieta para garantizar la ingesta de todos los nutrientes necesarios al organismo. Esta herramienta hace que las opciones alimenticias sean más fáciles y bien dirigidas.

Los beneficios

Disminución y mantenimiento del peso

Una alimentación bien equilibrada, sin dietas drásticas y restrictivas, genera una pérdida de peso gradual y un mantenimiento duradero de los números en la balanza. Quien se alimenta bien, con las porciones correctas de carbohidratos, proteínas y grasas, reduce los riesgos de obesidad.

Aumento de la buena disposición

Los alimentos son fuentes de fuerza y energía, especialmente los carbohidratos, macronutrientes fundamentales para la salud. Antes de los entrenamientos es importante consumirlos, preferentemente en su forma integral, para garantizar más disposición durante actividades físicas.

Mejora del humor

Los alimentos son capaces de traer la sensación de alegría y bienestar. Es el caso, por ejemplo, del plátano, que ayuda efectivamente en la formación de la serotonina, hormona de la felicidad.
La espinaca también es potente, pues la presencia de vitamina B y ácido fólico actúa en el sistema nervioso y ayuda a combatir el estrés. Otros alimentos que hacen bien para el humor son la naranja, la leche, la avena, el arroz integral y las oleaginosas.

Prevención de enfermedades

Los alimentos vegetales y supervitaminados, como el brócoli y la espinaca, fortalecen el sistema inmunológico cuando se consumen regularmente. La zanahoria y la cebolla, que son ricas en antioxidantes, ayudan a retardar el envejecimiento de las células. La avena, a su vez, ayuda a contener la tasa de colesterol y prevenir las temidas enfermedades del corazón.

Fortalecimiento de los huesos

El consumo de alimentos ricos en fósforo y calcio es comprobadamente beneficioso para la salud de los huesos. Estos minerales están presentes, especialmente, en el salmón, espinaca, oleaginosas y vegetales de hojas en tonalidad de verde oscuro. Para mejorar la absorción de calcio y fósforo, consuma también cebolla y harina de trigo integral, pues ellos cuentan con la fibra inulina, que ayuda en ese proceso.

Equilibrio hormonal

Los expertos sugieren la inclusión de ñame, soja y semillas de linaza en la alimentación. Estos alimentos pueden mejorar la calidad de vida, disminuir la retención de líquidos, controlar las oscilaciones de humor e incluso minimizar las posibilidades de desarrollar cáncer de origen hormonal.

Regulación del organismo

El organismo necesita una alimentación sana para que funcione bien. Cada uno de nuestros órganos necesita nutrientes para hacer que nuestro cuerpo trabaje de la mejor manera posible.

Longevidad

La alimentación de calidad esta proporcionalmente relacionada con la expectativa de vida. Por eso es tan importante tener una dieta sana y equilibrada. Procure consumir diariamente verduras, frutas y legumbres, además de oleaginosas. Estos alimentos son fuentes de antioxidantes que pueden retardar el envejecimiento, manteniendo su cuerpo joven, fuerte y sano durante mucho más tiempo.

Principales Nutrientes Dónde actúan Dónde encontrarlos.
VITAMINA A Hace bien a la visión, piel, mucosas en general. Hígado, yema de huevo y aceite de pescado.
VITAMINA B1 (Tiamina) Regulariza el sistema nervioso y el aparato digestivo, tonifica el músculo cardíaco. Germen de trigo, semillas de girasol y castañas de Pará.
VITAMINA B2 (Riboflavina) Actúa en la producción de energía a partir de las vitaminas y azúcares Harina de avena, almendras y queso cottage
VITAMINA B3 (Niacina) Es responsable de transformar la grasa del cuerpo en energía, ayudando a quemar calorías. Hígado, maní, pescado
VITAMINA B5 (Ac. Pantoténico) Evita problemas de piel, aparato digestivo y sistema nervioso; estimula el apetito; promueve el crecimiento. Hongos, maní, queso cottage y salmón.
VITAMINA B6 (Piridoxina) Actúa en la producción de anticuerpos, previene la anemia y produce energías a partir de proteínas y carbohidratos. Hígado, banana, salmón, ciruela, avellana y palta.
VITAMINA B7 (Biotina) Mantiene el metabolismo activo, fortalece las uñas, piel y cabellos; ayuda en el control de la glucemia. Carnes, huevos y leche.
VITAMINA B9 (Ac. Fólico) Estimula la producción de células que trasportan oxígeno en el organismo. Fígado, espinafre, Hígado, espinaca, lentejas y porotos (frijoles)
VITAMINA B12 (Cobalamina) Actúa en la producción de sangre y ayuda en la manutención de la salud del sistema nervioso. Hígado, salmón.
VITAMINA C Remedio de choque contra el frío, el cansancio, la gripe, la depresión y el envejecimiento precoz; actúa contra las infecciones, hemorragias y mala cicatrización de cortes y quemaduras. Frutas cítricas como: naranjas, ananá, kiwi, tangerinas, acerolas, etc.
CELULOSA (fibras) Ayuda en el buen funcionamiento de las funciones intestinales. Cáscaras de frutas y vegetales, cereales integrales y revestimiento de semillas.
VITAMINA E Combate la degeneración muscular, protege el sistema reproductor, aumenta la potencia sexual. Cereales integrales, aceites vegetales y semillas.
CALCIO Actúa en la formación de huesos y dientes. Leche y sus derivados, soja y castañas.
HIERRO Actúa en la producción de glóbulos rojos, ayuda en la coagulación de la sangre. Porotos (frijoles), arvejas, perejil
FÓSFORO Necesario para el cerebro, contribuye en la transmisión normal de los impulsos nerviosos; evita la fatiga mental. Semilla de calabaza, soja asada y almendras.
YODO Actúa en el funcionamiento de la glándula tiroides. Hígado, pescado y huevos.
MAGNESIO Regula las funciones musculares y nerviosas. Frutas secas, almendras y acelga.
POTASIO Necesario para la actividad muscular normal. Hojas de remolacha, palta, banana y yogurt descremado.
ZINC Protege el organismo contra la excesiva pérdida de líquidos. Germen de trigo, granos integrales, castañas, cereales, legumbres y tubérculos.