Depresión Infantil

Los problemas emociones en la infancia son una preocupación destacada en profesionales, educadores y familias, siendo investigada como uno de los trastornos psicopatológicos más comunes en niños y adolescentes.

Madeli Santos

Master en Psicologia Clínica y Neuropsicología Educativa.

6 Artículos


21 de mayo de 2020

La depresión no es asunto solo de los adultos, también concierne a los niños.

A lo largo de mi práctica clínica he sido testigo de diversos casos depresivos; un niño de tan solo 4 años, desea la muerte y ve la alternativa de provocar un incendio en casa para morir y no tener que seguir sufriendo.

Fue duro escuchar cómo un niño de 8 años lloraba con desesperación manifestando que siempre está solo y que es mejor morir que continuar con vida.

Mi corazón se acongojó al hablar con una niña de 5 años que se auto lesionaba porque no le encontraba sentido a su vida y el dolor era tan grande que las auto lesiones la tranquilizan.

La depresión infantil es una realidad que poco se habla, sin embargo, esto no circunscribe su presencia. Los problemas emociones en la infancia son una preocupación destacada en profesionales, educadores y familias, siendo investigada como uno de los trastornos psicopatológicos más comunes en niños y adolescentes.

Las estadísticas evidencian que en Colombia la depresión infantil, presentó una atención de aproximadamente 8.000 niños, el 59,3% de los casos eran niñas en el 2017; En Brasil el 2017 se reportó que del 0,2 al 7,5% de los niños y niñas brasileñas presentan sintomatología depresiva; en el Perú un aproximado del 3% de la población infantil sufre de depresión, lo que representa el 10% y 15% de las consultas psiquiátricas infantiles en el 2018.

La depresión infantil se caracteriza por ser un desorden del estado de ánimo, que permea conductas que afectarán tanto su desempeño en la escuela, en el hogar y en sus interacciones sociales. Es importante diferenciar un diagnóstico depresivo de las alteraciones de tristeza asociadas a eventos específicos. 

Síntomas de depresión infantil

Recordando que la sintomatología presenta sus variaciones de acuerdo al proceso evolutivo y a la personalidad individual, podemos decir que:

Los síntomas primarios:

  1. Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día casi todos los días, o irritabilidad.
  2. Disminución de interés o placer en las actividades.

Sintomatología adicional:

De acuerdo al DSM V (Manual de diagnóstico psicológico) deben manifestar al menos cinco o más de los siguientes síntomas, por al menos un período de dos semanas y presentar cambios del funcionamiento previo:

  1. Perdida o aumento de peso.
  2. Insomnio o hipersomnia.
  3. Agitación o retraso psicomotor.
  4. Fatiga o perdida de energía.
  5. Sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada.
  6. Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse.
  7. Pensamientos de muerte recurrente, ideas suicidas recurrentes sin o con plan específico.
  8. Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, estudios u otras áreas importantes.
  9. No se atribuye a efectos. 

Especificaciones:

  • Leve
  • Moderada
  • Grave 

El DSM V especifica que las respuestas a una pérdida significativa como duelo, ruina económica, perdidas debido a una catástrofe provocado o natural, enfermedad, discapacidad grave u otras pueden incluir sentimientos de tristeza intensa, rumiación acerca de la perdida, insomnio, perdida de apetito y otras que pueden simular un trastorno depresivo, pero estas se deben a la situación específica.

Si algunos de estos síntomas están presentes o tienes dudas, por favor consulta a un especialista (Psicólogo Clínico, Psiquiatra). No caigas en la tentación de diagnosticar basándote en este artículo. 

Factores de riesgo

Genéticos: Asociados a factores hereditarios. Si el progenitor(a) o familiar padece del trastorno, se corre el riesgo de padecerlo de dos a cuatro veces mayor que el promedio.

Ambientales: Diversos acontecimientos en la infancia, de situaciones traumáticas, de crianza u otras, que pueden estar asociadas a su desarrollo.

Comorbilidad: Niños con otros diagnósticos de trastornos psicológicos o enfermedades crónicas, cuentan con mayor riesgo de desarrollar depresión. 

Tratamiento

Psicológicos: por medio de psicoterapias ayudar al buen manejo de los síntomas, tanto para el niño(a) como para los familiares.

Farmacológicos: De acuerdo a cada caso, se designa el tipo de fármaco, la cantidad, la frecuencia y tiempo de su administración.

Combinados: Incluye la psicoterapia y administración farmacológica.

¿Cómo ayudo a mi hijo en esta cuarentena?

  • Ayudar a desarrollar un autoconcepto saludable y evitar las autocríticas (Garaigordobil, Bernarás, Jaureguizar, y Machimbarrena, 2017): Elogia los logros de tu hija(o), ayudarlo a adquirir destrezas para que se sienta útil en casa, pon en tela de juicio sus autocriticas y enséñale a aceptar sus errores.
  • Culpabilidad: Ayuda al niño(a) a comprender qué situaciones se encuentran bajo su control y aquellas que no puede controlar con anticipación para reducir las crisis.
  • Habilidades sociales (Najman 2011): Busca alternativas de conexión por medio de llamadas o videollamadas donde se permita interactuar con amigos o compañero, de forma que se mantenga la socialización y el sano desarrollando de habilidades sociales.
  • Desesperación o impotencia que provocan niveles de estrés (Garaigordobil, Bernarás, Jaureguizar, y Machimbarrena, 2017): Ayúdale a expresar sus sentimientos de malestar por diferentes canales (pintura, dibujo, escritura, caja de las emociones, etc).
  • Dificultades en la alimentación: Reduce el consumo de las harinas, grasas y azucares, estos no ayudan a la depresión. Permite que participe en la elaboración y preparación de sus comidas favoritas.
  • Dificultades para dormir: Practiquen ejercicios de respiración y relajación, además mantener una rutina y un horario fijo para dormir.
  • Pensamientos suicidas: Esté atenta (o) y busque ayuda inmediata si así lo requiere.
  • Ansiedad o temores: Mantenga la estabilidad en el hogar, con rutinas y horarios. Si hay algún cambio o modificación avísele con anticipación y brinde la información necesaria.
  • Estabilidad familiar: Revisar tu estilo de crianza y buscar educarse para mejorar en el manejo de las situaciones diarias.
  • Dificultades escolares en línea: Habla con el colegio y las maestras para adaptar las lecciones a sus necesidades específicas, sin que exista una sobrecarga. Recuerda que no es sobreprotejer, sino dar las alternativas de crecimiento y desarrollo óptimos para cada caso (consulta con el departamento de psicología del centro). 
  • Comportamiento agresivo e ira: Recuerda que estas reacciones evidencian una necesidad, trata de identificar la necesidad detrás de la conducta, de esta manera podrás usar los límites adecuados y ayudar en el manejo de sus emociones de forma saludable.

Una vida espiritual relevante para niños y padres

  • Recuerda que la depresión no es la ausencia de Dios, ni un castigo divino. Al venir Jesús a la tierra curó a los enfermos y si hubiera sido castigo divino no lo hubiera hecho, pues tal como dice en Juan 8:29, Él siempre hacia lo que a su Padre le agradaba.
  • Las meditaciones diarias para los padres, les ayudarán a obtener sabiduría de lo alto para lidiar con situaciones aisladas que solo ustedes y Dios conocen (Proverbios 3:5-10).
  • Que el/la niña(o) conozca la historia de personajes bíblicos que tuvieron sus luchas emocionales, lo ayudarán a identificarse con sus historias y a comprender que Dios esta al control (Elías, Pablo, Job, otros).
  • Realizar los cultos familiares de forma dinámica y divertida puede unir a la familia y establecer espacios de conexión (1 Pedro 2:5).
  • El experimentar un poder divino y sobre humano puede ayudar al niño(a) a experimentar paz, confianza y seguridad (1 Pedro 1:3-4).

REFERENCIAS

American Psychiatric Association APA (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5th ed.). Washington, DC: American Psychiatric Association.

Jaureguizar, J., Bernaras, E., y Garaigordobil, M. (2017). Child depression: prevalence and comparison between self-reports and teacher reports. Spanish Journal of Psychology, 20, E17

WHO. World Health Organization (2017). “Depression: let’s talk” says WHO, as depression tops list of causes of ill health. Recuperado de: http://www2.paho.org/

Katz, S. J., Conway, C. C., Hammen, C. L., Brennan, P. A., y Najman, J. M. (2011). Childhood social withdrawal, interpersonal impairment, and young adult depression: a mediational model. Journal of Abnormal Child Psychology, 39, 1227-1238.

Minsalud (2018). Boletín de salud mental, salud mental en niños, niñas y adolescentes. Recuperado de: https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/VS/PP/ENT/boletin-4-salud-mental-nna-2017.pdf

Joviana Avanci, Simone Assis, Raquel Oliveira et al. Childhood depression. Exploring the association between family violence and other psychosocial factors in low-income Brazilian schoolchildren. Child and Adolescent Psychiatry and Mental Health. Disponível em: https://capmh.biomedcentral.com/articles/10.1186/1753-2000-6-26

Ministerio de salud (2018). Lineamientos de políticas sectorial de salud mental: Recuperado de http://bvs.minsa.gob.pe/local/MINSA/4629.pdf.

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