Recuerdo mi infancia, y una de las lecciones enseñadas por mi madre, era que debía ser agradecido por todo lo que se nos daba. Ahora que al fungir como padre de dos niñas, volvemos a rescatar el valor de las “palabras mágicas”: “por favor” y “gracias”, argumentando que abren puertas y nos llevan a mostrar una educación recibida en el hogar.
Sin embargo, la actitud de ser agradecidos conlleva más que una simple acción de educación, tiene diferentes beneficios para la salud y nos ayuda a ver la vida desde otra perspectiva. Para ello, revisaremos algunos conceptos sobre esta palabra y los estudios realizados en décadas recientes sobre una actitud de gratitud.
Debido a mi formación profesional en las ciencias contables y administrativas, el título “De la gratuidad a la gracia: la economía de dar” de un artículo en la Revista Dialogo, captó mi atención por descubrir la relación que podría existir entre “gratuidad”, “gracia” y “economía”. Lo que captó mi atención es que la palabra “gratis” deriva de la misma raíz latina que tiene la palabra “gracias” o “gracia”, denominada “gratia”.
Cómo consumidor me gustan las cosas gratis, pero como administrador se que nada en este mundo es gratis y que todo tiene un costo. Entonces ¿qué relación tiene una actitud de gratitud, si todo tiene un costo?
Para avanzar en este sentido, definiremos que la gratitud es “un estado afectivo cognitivo resultante de la percepción de haber sido beneficiado por un agente externo, de manera solidaria, desinteresada y gratuita” (Emmos y McCullough, 2001; citado en Romero, 2015).
En otro concepto descrito por Peterson y Seligman (2004, citado por Moyano, 2010) indica que “la gratitud es una fortaleza humana que permite manifestar la virtud de la Trascendencia, entendida como aquello por lo cual los seres humanos nos conectamos con el universo y otorgamos significado a nuestra vida”.
En ambos conceptos se define que la gratitud es un estado y también es una fortaleza que las personas pueden tener, y la rama de la psicología que se ha encargado del estudio de este campo es la Psicología Positiva, cuyos inicios se remontan a 1998 con el precursor Robert Emmons con “Complejidad del Concepto de Gratitud” y de forma similar aparece Martin Seligman al proponer un estudio sobre “las fortalezas y virtudes humanas”, que se entienden como los rasgos positivos de la personalidad, postulando veinticuatro fortalezas y seis virtudes.
Para una mejor comprensión de cómo la gratitud se encuentra dentro de las fortalezas y virtudes propuestas por Seligman, detallaré un resumen de las mismas.
VIRTUDES | FORTALEZAS | UTILIDAD |
Sabiduría y conocimiento | Creatividad Curiosidad Mente-abierta Amor al aprendizaje Perspectiva | Fortalezas cognitivas útiles para la adquisición y el uso del conocimiento |
Valor y coraje | Autenticidad Valentía Persistencia Energía | Fortalezas emocionales para logra metas ante la oposición externa o interna |
Humanitarismo | Bondad Amor Inteligencia Social | Fortalezas interpersonales que involucran afectividad, amistad, ayuda a los demás |
Justicia | Imparcialidad Liderazgo Trabajo en grupo | Fortalezas cívicas que protegen contra los excesos |
Templanza | Perdón Modestia Prudencia Control personal | Fortalezas que protegen contra los excesos |
Espiritualidad / trascendencia | Apreciación de la belleza y excelencia Gratitud Esperanza Humor Religiosidad | Fortalezas que forjan conexiones con un gran universo y proveen significados |
Deseo resaltar que la gratitud al ser estudiada ha sido catalogada como una fortaleza que se encuentra dentro de la virtud de la espiritualidad. De hecho, antes de pasar a la psicología positiva como la ciencia que estudia esta actitud, se la estudió dentro de la teología y la filosofía.
Las investigadores sobre la gratitud, han mostrado que la gratitud tiene tres funciones en la persona: barómetro, motivador y reforzador moral.
- Barómetro: cuando la persona reconoce a otras personas que están dispuestas a realizar actos desinteresados por su bienestar, lo que lleva a un cambio en las relaciones sociales entre individuos.
- Motivación: Cuando una persona recibe agradecimiento por la acción realizada le lleva a estar más dispuesta a realizar otros actos desinteresados, disminuyendo los sentimientos y actos hostiles.
- Reforzados moral: agradecer al benefactor produce un mayor deseo de actuar positivamente para ayudar a otros, propiciando que los actos benevolentes se repitan en el futuro.
Otras investigaciones han mostrado los beneficios que tiene la gratitud sobre ciertos grupos etarios: adolescentes, adultos y adultos mayores, las cuales fueron resumidos por Romero, (2015) en su investigación y que detallaré a continuación:
Adolescentes
- En el ámbito académico, es beneficioso que los adolescentes elaboren una lista de gratitud (Sefick y Emmons, 2008); puede potencia las relaciones interpersonales e intrapersonales claves para el aprendizaje de una segunda lengua (García, 2015)
- En el desarrollo social, adolescentes agradecido estaban socialmente más integrados, más satisfechos con la vida, menos envidiosos y deprimidos (Wilson, 2011); están preparados para apreciar lo positivo del mundo (Wood, 2010); sintieron un afecto positivo que funciona como predictores de satisfacción de la vida (Sun y Kong, 2013)
- En ámbito financiero, se mostró que los niños son más agradecidos por el objeto material y las niñas más agradecidas por las personas (Freitas, Pieta y Tudge, 2011); el materialismo promueve las posesiones, valora el confort instantáneo y el estatus social, por el contrario la gratitud promueve la valoración de las conexiones personales.
- Los principales motivos de agradecimiento mostrado por niños de 8 a 10 años en el estudio realizado por Oros, Schulz y Vargas (2015) fueron: la familia, objetos materiales, la escuela, los amigos y el poder jugar.
Adultos jóvenes
- Las personas adultas que tienen actitud de agradecimiento disfrutan bienestar y felicidad (Lyubomirsky, DicKerhoof, Boehm y Sheldon, 2011).
- El ser agradecido se relacionó con personas más extrovertidas, agradables, abiertas y menos neuróticas (Wood et al., 2008).
- La gratitud tiene un efecto positivo en la memoria (Watking, Cruz, Holben y Kolts, 2008)
- Promueve el comportamiento prosocial y aumenta la probabilidad de ayudar a los demás (Barlett y DeSteno, 2006) (Alarcon y Morales, 2012)
- En la relación de pareja, el expresar gratitud permite que el cónyuge sienta confianza, pueda expresar sus preocupaciones y mejore la percepción positiva de la pareja (Lambert y Finchman, 2011).
- La ansiedad ante la muerte puede reducirse si se orienta la atención hacia eventos que permitan el agradecimiento en la vida (Lau y Cheng, 2011)
- Se sugiere tener un diario de gratitud para poder afrontar la depresión, mejorar la curiosidad para buscar nuevas oportunidades para un cambio (Huffman et al., 2014).
Adultos mayores
- Los estudios indican que las personas en esta franja etaria son más propensas a apreciar la gratitud como una experiencia gratificante, con relación a los adultos jóvenes (García et al., 2014)
- Relación positiva entre la gratitud y el bienestar psicológico, a mayor gratitud mayor bienestar (García et al., 2014)
- La gratitud reduce los síntomas de ansiedad y depresión en adultos mayores. La gratitud y el perdón mejoran los recuerdos pasados y su memoria autobiográfica (Navarro, Bueno y Buz, 2013).
- Escribir un diario de gratitud sirve como un método de intervención, permitiendo evaluar los eventos positivos de sus vidas. Lo que permite disminuir el estrés y aumentan los niveles de bienestar eudemónico (Killer y MacasKill, 2014).
- La gratitud tiene un efecto positivo en su calidad de vida, contrarrestando la preocupación por las cosas que no pueden cambiar (Horder, Frandin y Larsson, 2013).
Al poder notar los beneficios de una actitud de agradecimiento en las diferentes etapas de la vida, nos debe llevar a la reflexión de cuan agradecidos somos con las cosas que recibimos, de aquellas que recibimos diariamente y no nos hemos puesto a pensar en ellas como algo que es “gratis”.
La prominente escritora norteamericana Ellen White escribió en 1905 acerca del beneficio de ser agradecido y su impacto en la salud, cuando dice: “Nada tiende más a fomentar la salud del cuerpo y del alma que un espíritu de agradecimiento y alabanza. Resistir la melancolía, y los pensamientos y sentimientos de descontento, es un deber tan positivo como el de orar” (Mente, Carácter y Personalidad, T2)
En la Biblia, encontramos una receta especial que fue escrita por San Pablo, cuando escribe a los cristianos en Tesalónica “Estén siempre alegres. Nunca dejen de orar. Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5:16-18).
El desafío que quiero dejarte es: ¿qué esperas para disfrutar los beneficios de ser agradecido? No cuesta nada, es gratis y mejorará tu estilo de vida.
REFERENCIAS
Monet, G. (2018). “De la gratitud a la gracia: la economía de dar”, Diálogo 30(2), 19-20.
Moyano, N. (2010). Gratitud en la Psicología Positiva. Psicodebate, 10(0), 103–118. https://doi.org/10.18682/pd.v10i0.391
Romero, V. (2015). La gratitud como fortaleza humana: una revisión bibliográfica. UNIVERSIDAD DE JAÉN Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Universidad de Jaén. Retrieved from http://tauja.ujaen.es/bitstream/10953.1/1982/1/Romero_Gonzlez_MVictoria_TFG_Psicologa.pdf
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