Dibujos de Papá Noel, arbolitos, adornos, campanas, luces, guirnaldas, ángeles y pesebres son algunas de las cosas que siempre nos rodean en estos días y nos motivan para una fecha especial.
Sin embargo, este año ha sido único en muchos aspectos y, sin dudas, esta navidad también lo será. Algunos han renegado del encierro, otros de los pesares económicos, otros han sufrido enfermedades, estrés, ansiedad, depresión y otros perdieron a sus seres amados bajo circunstancias muy tristes. Incluso en este momento mientras lees este artículo, muchos están peleando por sus vidas desde una cama en un hospital o en su casa. Por estas y muchas más razones esta navidad no será como otras.
Sin embargo, ¿es esto todo lo que nos queda? ¿Pensar que nada será igual? La respuesta es no. Incluso en estos días tan devastadores todavía existe esperanza.
¿Por qué es importante la navidad?
Hace más de 2000 años, una pareja joven andaba desesperada buscando un lugar para dar a luz a su bebé.
Un bebé que cambiaría la vida de ellos y de todo el mundo para siempre. Ya nada sería igual. No obstante, no había ningún lugar más que un humilde pesebre rodeado de animales y olores.
Entonces fue allí en la pobreza de aquel lugar donde nació el Rey del universo. Debería haber nacido en una cuna de oro, pero nació en una especie de cajón donde comían las bestias. ¡Qué circunstancias difíciles habrán sido para María y José aquellos días! No tener a dónde ir.
La falta de apoyo y contención en un momento que debería haber sido tan especial. Pero pudieron agradecer, aunque sea por ese sencillo pesebre y por esa vida que, a su debido tiempo, llenaría de amor y esperanza al mundo.
Para agradecer
Seguramente este fin de año cuando mires para atrás y pienses en los momentos difíciles vividos, recuerda que también hubieron momentos sencillos y simples, pero especiales y significativos que marcaron tu camino. Guárdalos en tu corazón. Agradece por ellos.
No importa lo que hay debajo del árbol o sobre la mesa, lo importante es que agradezcamos por quienes rodean nuestro árbol hoy. Si hay algo que aprendimos este año es que todo puede cambiar en un instante y lo que menos esperas, puede suceder. Quizás hoy no necesitas nada en especial, pero mañana puede faltar todo.
Por eso en esta navidad agradezcamos y compartamos lo que tenemos, agradezcamos por los que están y, aunque muchos ya no estén, demos gracias también por ellos porque, aunque “hay mucho que se llevaron”, también hay mucho que nos dejaron.
Ríe siempre que puedas, llora siempre que necesites, escribe lo que sientes, se sincero, pide perdón y perdona. Y sobre todo, dale gracias a Dios por todo.
¡Qué tengas una bendecida navidad!!!
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