Sólo quien ya tuvo pensamientos suicidas sabe cuán dolorosa puede ser la vida.
A la vista de los demás, tal vez sea una exageración.
Pero, en muchos casos, para quien sufre, es un dolor que aparentemente sólo puede ser enfrentado con otro dolor (automutilación, por ejemplo) o con la muerte.
La automutilación y el suicidio son los principales problemas de salud pública relacionados con la adolescencia.
En esta fase de la vida es muy común la ocurrencia de comportamientos de autoagresión.
Y, según estudios, el suicidio es la segunda causa más común de muerte de personas en este grupo etario en todo el mundo. [1]
Entre los factores de riesgo para el suicidio de los adolescentes están los sucesos negativos de la vida, tales como el divorcio de los padres, la muerte de los padres, una experiencia de abuso sexual, dificultades interpersonales, bullying y factores psicológicos como impulsividad y baja autoestima. [2]
¿Cómo prevenir el suicidio y la autoagresión?
Los estudios sobre el suicidio y la autoagresión entre adolescentes señalan algunas medidas preventivas.
A continuación, presentamos algunas de ellas:
– Programas de entrenamiento en habilidades y bienestar psicológico en escuelas;
– Formación de guardianes (por ejemplo, profesores de escuela, parejas);
– Seguimiento para identificar a aquellos que pueden estar en riesgo;
– Restricción del acceso a los medios utilizados para autoagresión y suicidio;
– Incentivo al comportamiento de buscar ayuda;
– campañas de sensibilización del público;
– Fuentes de ayuda en Internet;
– Reducción del estigma asociado a problemas de salud mental y a la búsqueda de ayuda;
– Intervenciones psicosociales para adolescentes con riesgo de autoagresión o suicidio (como adolescentes deprimidos, personas abusadas y niños que huyeron de su casa)
Tal vez usted no se siente capaz de ayudar a alguien que está en riesgo de quitarse la vida.
Tal vez tenga dificultad para percibir que un adolescente está en esta situación.
Pero usted puede ser una persona que no estigmatiza los problemas de orden psicológico, así como la búsqueda de ayuda profesional para tratar estos problemas.
Además, esté disponible para escuchar al otro sin prejuicios o juicios precipitados, siendo una persona de confianza para él o ella. Sea más parecido a Jesús.
Referencias:
[1] y [2] Hawton, K, Saunders, K E A, y O’Connor, R C. Self-harm and suicide in adolescents. Lancet, Volumen 379, Issue 9834, 23-29 June 2012, Pages 2373-2382
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