Qué es la intolerancia a la lactosa?
A medida que envejecemos, nuestro cuerpo puede reducir la producción de lactasa, la enzima responsable de digerir la lactosa. Por eso, muchas personas desarrollan intolerancia a la lactosa con el tiempo. Aunque no es peligrosa, esta condición puede afectar el bienestar por síntomas molestos como cólicos, hinchazón, gases, diarrea y náuseas.

¿Por qué te vuelves intolerante a la lactosa?
La lactosa es un azúcar presente principalmente en la leche y sus derivados. La enzima lactasa, producida en el intestino delgado, la descompone en glucosa y galactosa, que son absorbidas por el cuerpo. Sin suficiente lactasa, la lactosa fermenta en el intestino grueso, provocando los síntomas típicos de la intolerancia.
Tipos de intolerancia a la lactosa
- Primaria: la forma más común, ocurre cuando la producción de lactasa disminuye naturalmente con la edad.
- Secundaria: resultado de condiciones como enfermedades inflamatorias intestinales, infecciones o lesiones; puede ser reversible.
- Del desarrollo: afecta a bebés prematuros con intestinos inmaduros.
- Congénita: muy rara; la persona nace sin capacidad de producir lactasa.
Cómo convivir con la intolerancia a la lactosa
Si notas síntomas después de consumir leche o derivados, presta atención a los patrones y reacciones. Por suerte, algunos ajustes simples pueden mejorar mucho tu bienestar:
- Elige alimentos sin lactosa o leches vegetales;
- Consume quesos curados (cheddar, parmesano, etc.), que tienen menos lactosa;
- Revisa las etiquetas de productos procesados y medicamentos — muchos contienen lactosa oculta.
¿Cuándo buscar ayuda médica?
Consulta a un profesional de salud para confirmar el diagnóstico. Pruebas como el test de tolerancia a la lactosa o el test de hidrógeno en el aliento pueden ayudarte a identificar la condición. El médico podría indicar:
- Suplementos de lactasa;
- Uso de probióticos para mejorar la flora intestinal;
- Orientación para una dieta balanceada con calcio y vitamina D.
También es importante descartar otras causas de dolor abdominal, como alergias, úlceras o enfermedades inflamatorias.
Vivir bien con intolerancia a la lactosa
Aunque es común —afecta a cerca del 65 % de la población mundial—, la intolerancia a la lactosa no tiene por qué afectar tu calidad de vida. Con orientación médica y decisiones alimentarias inteligentes, puedes seguir disfrutando de una alimentación variada y deliciosa.
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