Salud del corazón: ¿qué comer?

Un estudio reciente sobre la salud del corazón, mostró que las personas que consumen grandes cantidades de carne son mucho más vulnerables a tener algún problema cardiovascular. Mientras que incluir algunos alimentos naturales en la rutina disminuye hasta un 40% los riesgos de desarrollar problemas cardíacos.

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15 de agosto de 2018

Un estudio conducido por investigadores en California y Francia descubrió que la proteína de la carne está asociada a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, mientras que la proteína de frutos secos, castañas y semillas es benéfica para el corazón humano.

El estudio, que fue publicado en un portal online en abril de este año por el International Journal of Epidemiology, descubrió que las personas que consumían grandes cantidades de proteínas de la carne experimentaban un aumento del 60% en las enfermedades cardiovasculares (ECV).

Mientras que las personas que consumían grandes cantidades de proteínas de nueces y semillas experimentaban una reducción del 40% en las ECV.

Para la salud del corazón: nueces, castañas y semillas

Bajo el título: “Los patrones de ingestión de proteína vegetal y animal están fuertemente asociados con la mortalidad cardiovascular: estudio de corte 2 sobre la salud adventista”.

El estudio fue un proyecto conjunto entre investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Loma Linda en California y el Instituto de Salud Institut National de la Recherche Agronomique (Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas) en París, Francia.

El estudio, que incluyó datos de más de 81 mil participantes, fue una de las pocas veces en que informaciones detalladas sobre proteína animal fue examinadas junto con la grasa animal en una gran investigación.

Gary Fraser, bachiller en Medicina y Cirugía por la Universidad de Loma Linda, y François Mariotti, profesor y doctor en Nutrición, de la AgroParisTeche del Institut National de la Recherche Agronomique, sirvieron como coinvestigadores principales.

Fraser advirtió que «Aunque las grasas alimentarias son parte de la historia en contribuir al riesgo de enfermedades cardiovasculares, las proteínas también pueden tener efectos independientes, importantes y ampliamente descuidados con respecto al riesgo de esta enfermedad».

Añadió que él y sus colegas desde hace tiempo sospechan que incluir nueces, castañas y semillas en la dieta, protege contra enfermedades cardíacas y vasculares, mientras que las carnes rojas aumentan los riesgos.

Además, Fraser alegó que los nutricionistas tradicionalmente miraban lo que él denominó como «grasas malas» en las carnes y «grasas útiles» en las nueces, castañas y semillas, como agentes causales.

Sin embargo, estos nuevos descubrimientos aportan más que eso:

«Esta nueva evidencia sugiere que el cuadro completo probablemente involucra también los efectos biológicos de las proteínas en esos alimentos».

Fraser aclara que esta vez la investigación del equipo, fue diferente a otras formas significativas en investigaciones anteriores.

Aunque se habían examinado las diferencias entre las proteínas animales y vegetales, este estudio no se detuvo sólo en estas dos categorías, sino que optó por especificar las proteínas de la carne y las proteínas de los frutos y semillas, junto con otras fuentes alimentarias importantes.

«Esta investigación sugiere que hay más heterogeneidad que sólo la categorización binaria de proteína vegetal o proteína animal».

Fraser también dijo que el estudio deja otras cuestiones abiertas para la nueva investigación, como los aminoácidos específicos de las proteínas de la carne que contribuyen a las enfermedades cardiovasculares.

Otra pregunta a resolver es si las proteínas de fuentes particulares afectan a los factores de riesgo cardíaco, como los lípidos sanguíneos, la presión arterial y el exceso de peso, que están asociados a las enfermedades cardiovasculares.

JAMES PONDER, Loma Linda University Health News

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