18 de junio de 2018
A partir de cierto nivel de colesterol en la sangre, aumenta el riesgo de arteriosclerosis e infarto.
El colesterol es muy necesario para el organismo y no debe ser considerado en sí mismo como una sustancia tóxica. El organismo es capaz de producir la cantidad suficiente de colesterol para satisfacer sus propias necesidades, sin que sea necesario ingerirlo con los alimentos. Se transforma en nocivo cuando se deposita en las paredes de las arterias, dando origen a la arteriosclerosis. A partir de cierto nivel de colesterol en la sangre, aumenta el riesgo de arteriosclerosis e infarto.
El colesterol es necesario, pero no es suficiente para que se produzca arteriosclerosis. Esta se da como resultado de la combinación de los siguientes factores:
Existen dos tipos de colesterol en la sangre dependiendo de las lipoproteínas que los transportan:
– Colesterol LDL o nocivo: está unido a lipoproteínas de baja densidad y favorece la arteriosclerosis.
– Colesterol HDL o bueno: Está unido a lipoproteínas de alta densidad y protege contra la arteriosclerosis. El aceite de oliva y el ejercicio físico aumentan su nivel.
Para tener arterias saludables y reducir el riesgo de arteriosclerosis y sus complicaciones ( infarto de miocardio, trombosis arterial, falta de irritación sanguínea) es necesario:
Los dos requisitos son fáciles de obtener adoptando una alimentación abundante en frutas, hortalizas frescas y otros vegetales.
Fuente: El poder medicinal de los alimentos, Dr. Jorge Pamplona, ACES.
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